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2015


75 años después, Cristóbal Soriano consiguió llegar a Suiza

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https://www.eldiario.es/

11/12/2015

Cristóbal Soriano charla con uno de los asistentes al acto en Ginebra / Foto: Carlos Hernández

Cristóbal Soriano charla con uno de los asistentes al acto en Ginebra / Foto: Carlos Hernández

Entre mayo y junio de 1940 varios miles de españoles alistados en el Ejército francés se enfrentaron a las fuerzas invasoras de la Alemania nazi. Entre ellos se encontraban un joven barcelonés de 20 años llamado Cristóbal Soriano y su hermano José. Ante el imparable poderío de las huestes de Hitler, las tropas francesas huyeron en desbandada. Gran parte de los soldados galos y también de los españoles se dirigieron a pie hacia el sur para intentar alcanzar la frontera suiza. La inmensa mayoría fracasó en su objetivo y fueron capturados por la Wehrmacht. Los pocos que lo lograron se encontraron con una terrible sorpresa: las autoridades helvéticas les expulsaron del país, poniéndoles en manos del Ejército nazi.

Para unos y para otros, Suiza quedó en su memoria como una asignatura pendiente, como una frustrada esperanza de libertad. Pocas semanas después la cúpula del Reich y el Gobierno de Franco consensuaron cuál debía ser el destino de todos esos españoles. Más de 9.300 hombres y mujeres fueron deportados a los campos de concentración nazis para ser exterminados. Solo uno de cada tres logró salir con vida de allí; Cristóbal estaba entre esos afortunados; su hermano José, no.

«Estoy cansado pero feliz de estar aquí. Es la primera vez que estoy en Suiza», afirma sonriente Cristóbal al aterrizar en Ginebra. A sus 96 años, ha viajado hasta aquí para compartir su durísima experiencia con un grupo de estudiantes, profesores y padres de alumnos del prestigioso Colegio Internacional de Ginebra.

 Cadáveres apilados junto a las barracas de Mauthausen

Cadáveres apilados junto a las barracas de Mauthausen

 

 

Un relato descarnado sobre la vida y la muerte en los campos nazis

«Gracias por venir a escucharme. Me alegro de ver tanta gente joven en esta sala. Es muy importante que vosotros conozcáis lo que ocurrió». Tras estas sentidas palabras, Cristóbal comienza a desgranar sus recuerdos. Su vida es una historia de lucha. Con 17 años trató de alistarse en el Ejército republicano para luchar contra los golpistas encabezados por el general Franco. Debido a su excesiva juventud fue rechazado y tuvo que esperar, algo más de un año, para incorporarse a la llamada “Quinta del biberón”. Participó en batallas como la de Guadalajara o la del Ebro y terminó refugiándose en Francia tras el triunfo fascista. Tras pasar por los campos de concentración franceses de St-Cyprien y Gurs se presentó voluntario a la Legión Extranjera para hacer frente a la inminente invasión alemana.

En junio de 1940 fue hecho prisionero por las tropas nazis: «Los soldados alemanes que nos capturaron nos querían matar; pero su oficial les ordenó que no lo hicieran porque debíamos ser tratados como prisioneros de guerra». La casualidad quiso que en los primeros días de cautiverio se reencontrara con su hermano José, que había resultado herido en un brazo. Durante más de cuatro meses permanecieron en un campo de prisioneros de guerra donde trabajaban duro pero, más o menos, recibían un trato correcto. «Eso duró hasta que un día se produjeron las conversaciones entre Madrid y Berlín. Hitler le preguntó a Franco qué hacía con nosotros. Y Franco le dijo que no nos quería porque éramos un peligro para su Régimen».

José Soriano, hermano de Cristobal, asesinado en la cámara de gas del castillo de Hartheim

José Soriano, hermano de Cristobal, asesinado en la cámara de gas del castillo de Hartheim

 

Ese diálogo culminó en septiembre de 1940 con una visita del ministro de la Gobernación de Franco, Ramón Serrano Suñer, a Berlín. Sus reuniones con Hitler y con Himmler concluyeron con una sentencia de muerte para los prisioneros españoles, que fueron inmediatamente deportados a campos de concentración.

«Nos subieron a un tren y nos llevaron a Mauthausen. Allí moría mucha gente cada día: de hambre, de frío, apaleados, a tiros… El crematorio no dejaba nunca de funcionar. Y ese humo, ese olor a carne quemada… Yo, aún hoy que han pasado más de 70 años, no puedo comer carne a la brasa. No puedo soportar ese olor». Según avanza en su relato, el silencio en la sala del Colegio Internacional de Ginebra comienza a cortarse. En los rostros de algunos asistentes asoman las primeras lágrimas.

«Mi hermano, como estaba herido y no podía trabajar, fue trasladado a Gusen. Yo me fui tras él aunque sabía que ese campo era aún peor que Mauthausen. Pasamos unos meses juntos hasta que se lo llevaron al castillo de Hartheim y lo mataron». José Soriano murió en la cámara de gas de ese siniestro lugar en la que también perecieron, al menos, otros 448 españoles.

Profesores, padres y estudiantes observan los recuerdos de Cristóbal / Foto: Carlos Hernández

Profesores, padres y estudiantes observan los recuerdos de Cristóbal / Foto: Carlos Hernández

Siempre al borde de la muerte

«Un día, un prisionero de los que trabajaban para los SS me cogió a mí y a otro compañero “polonés”. Nos llevó a un cuarto donde estaba matando a un español. Me quedé helado. Creía que nos había llevado allí para cargar con el cadáver pero no fue así. Cuando acabó con el español empezó a apalear al “polonés” hasta que lo mató. Luego me tocaba a mí pero, en ese momento, llegó un SS y al comprobar que yo era joven y podía trabajar, le ordenó que no me matara. Me salvé por un pelo…».

No fue, ni mucho menos, la única vez que estuvo a punto de morir, pero Cristóbal fue teniendo suerte y contó con una importante ayuda: la solidaridad que hubo entre los prisioneros españoles. «Los que tenían un buen trabajo y podían, robaban zanahorias o patatas y las repartían entre los más hambrientos. Un compañero me enseñó a tallar la piedra y gracias a que conseguí ese trabajo, que era útil para los nazis, pude llegar con vida hasta la liberación».

El rostro de Cristóbal se ilumina al hablar del 5 de mayo de 1945: «Se abrieron las puertas y llegaron los americanos. ¡Uffffff! No puedo describir lo que sentimos en ese momento». De los 9.300 españoles y españolas que pasaron por los campos de concentración nazis, más de 5.500 no pudieron contemplar ese hermoso día. Los supervivientes arrastraron secuelas físicas y psicológicas: «Hubo muchos, entre ellos algunos amigos míos, que se suicidaron porque no soportaban cargar con los recuerdos».

El viejo luchador barcelonés consigue acabar su intervención sin perder la serenidad pero la emoción acaba retorciendo su rostro cuando recibe la cerrada ovación de los asistentes. Sus ojos permanecen ya vidriosos mientras dos músicos interpretan un pequeño concierto en su honor y en el del resto de sus compañeros deportados. «Estoy muy feliz de estar aquí. Muy feliz», sigue diciendo Cristóbal mientras ve cómo los jóvenes y no tan jóvenes se interesan por las fotografías y otros recuerdos que él y su hijo Jacques han traído desde Francia. «Eso sí, tengo que decir que estoy muy preocupado por el auge de la extrema derecha en Europa -comenta en una improvisada charla final-. Y solo espero que no haya una nueva guerra».

Esos son sus últimos mensajes de un viaje inolvidable. Un viaje en el que Cristóbal Soriano, representando a miles de deportados españoles, alcanzó por fin la frontera suiza; con 75 años de retraso pisó la tierra con la que tanto soñó y que representaba la libertad, la seguridad y la vida frente a la barbarie fascista.


Du renfort de taille pour le BSC athlétisme

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Actualités

Publié le 13/09/2015

Les deux Burundais, Jean-Claude Niyonizigiye (à gauche) et Eric Niyonsaba, entourés par Pierre Pompili (à gauche) et Claude Mournaud, le président du Bsca./Photo DDM
Les deux Burundais, Jean-Claude Niyonizigiye (à gauche) et Eric Niyonsaba, entourés par Pierre Pompili (à gauche) et Claude Mournaud, le président du Bsca./Photo DDM

Dans la continuité des efforts entrepris ces dernières années pour étoffer l'encadrement du club, Claude Mournaud, le président du Bsc athlétisme vient d'effectuer un recrutement de choix. «J'avais déjà rencontré Jean-Claude Niyonizigiye, un athlète natif du Burundi, lors de ses deux victoires sur ses trois participations aux 21 km de Blagnac, et lors des dernières éditions du marathon de Toulouse, où il avait endossé le rôle de lièvre, il a fini par nous rejoindre», assure-t-il. Avec une carte de visite bien garnie. «J'ai passé 5 ans à la légion étrangère à Aubagne où j'évoluais comme athlète dans l'équipe de cross et d'athlétisme, participant à de nombreuses épreuves», confie ce compatriote français de 27 ans, nanti d'une multitude de titres, au niveau civil ou militaire, et qui étudie toute proposition d'activité professionnelle (tel 06 41 39 61 37), en complément de l'encadrement qu'il va assurer au stade Stéphane Diagana d'Andromède. «Il a tout l'avenir devant lui, il ne s'est pas encore totalement exprimé, et il a les moyens d'aller encore plus haut», dit de lui son coach individuel, Pierre Pompili de Font-Romeu, en évoquant son profil de coureur. Se destinant à l'entraînement en demi-fond des catégories loisirs et jeunes. Jean-Claude a déjà un vécu dans l'encadrement, «je me suis aussi occupé des jeunes, et c'est une fonction que j'aime beaucoup», assure-t-il. Il n'est pas venu seul à Blagnac, il est accompagné de son compatriote du même âge, Eric Niyonsaba et ils devraient constituer un solide tandem. «D'autant plus que l'un de nos adhérents, Frédéric Bonoto, issu du club, est en cours de formation d'entraîneur, toujours en demi-fond, cela constituera un bien bel encadrement», ajoute Claude Mournaud. Un investissement de nature à conforter encore les résultats du club blagnacais, et à lui assurer un avenir pérenne en nationale 2…


La Légion étrangère prend ses quartiers sur le plateau du Larzac

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LE MONDE | 12.09.2015 Par Philippe Gagnebet (La Cavalerie (Aveyron), envoyé spécial)

Devant le camp militaire, à La Cavalerie (Aveyron), en septembre.

Devant le camp militaire, à La Cavalerie (Aveyron), en septembre. JULIEN GOLDSTEIN / GETTY IMAGES REPORTAGE POUR "LE MONDE"

Le Larzac va-t-il repartir en guerre contre son camp militaire ? Trente-quatre ans après la fin du long mouvement de désobéissance civile qui avait conduit, en 1981, à l’annulation du projet d’extension de la base, un collectif de paysans et d’habitants se mobilise contre le projet d’installation sur place de la 13e demi-brigade de la Légion étrangère, rapatriée d’Abou Dhabi. Une centaine de personnes ont manifesté, samedi 12 septembre, à Millau dans l’Aveyron. Le 5 septembre, devant la préfecture, une centaine de personnes avaient aussi brandi des banderoles proclamant « La Légion ni ici ni ailleurs ».

Une pétition a recueilli 2 500 signatures, un journal est en cours de fabrication et la lutte sur les réseaux sociaux s’organise, même si le terme de zone à défendre (ZAD), popularisé à Notre-Dame-des-Landes et Sivens, n’est pas encore évoqué. Le collectif d’opposant dénonce une décision soudaine et sans concertation. Il se dit soutenu par de nombreux habitants du Larzac et par une « nouvelle génération, notamment à Millau, qui n’a pas envie de voir débarquer un corps d’armée à la réputation sulfureuse, au lourd passé colonial », précise Joseph Pineau, porte-parole du collectif. A La Cavalerie, la commune de 1 100 habitants qui jouxte le camp, « un habitant sur deux sera un militaire, ce n’est pas ce que nous imaginions quand nous défendions ce territoire exceptionnel », ajoute M. Pineau.

« Le Larzac a toujours véhiculé un message de paix et de solidarité internationale, argumente Christian Roqueirol, membre de la Confédération paysanne. Nous avons construit ici un modèle de développement économique et agricole inédit qui fait ses preuves. Nous n’avons pas besoin de l’argent de l’armée, nous voulons des crédits civils pour préserver notre modèle. »

Pas sûr pourtant que le plateau du Larzac rejoue la lutte des années 1970. Sans projet d’extension du camp, sans expropriation d’agriculteurs, le projet d’installation de la Légion fait l’objet d’un large consensus politique et divise les paysans. Une page Facebook a été créée pour dire « Oui à la venue de la Légion étrangère sur le Larzac ».

Bruno Ferrand, maire de La Cavalerie, devant le camp militaire.

Pour Bruno Ferrand, le maire (sans étiquette) de La Cavalerie, « l’arrivée de la Légion est une aubaine pour une commune qui veut se développer ». L’élu a dans ses cartons la création d’un centre commercial « village de marques » et se réjouit de l’arrivée des militaires. Selon la décision officialisée le 31 juillet, « 460 hommes vont arriver en 2016 au camp de La Cavalerie. Avec les familles, les compagnes, cela peut représenter 1 000 personnes, cela dans le cadre de la refonte militaire », confirme le lieutenant-colonel Jean­-Philippe Mouille, au Sirpa Terre.

D’ici à 2018, près de 1 200 bérets verts et autres personnels devraient s’installer ou transiter par le camp de 3 000 hectares, avec un investissement de 40 millions d’euros à l’appui. Les 180 militaires du centre d’entraînement et d’instruction du tir opérationnel, occupants actuels du camp, déménagent quant à eux à Canjuers (Var).

Acté au cœur de l’été

Le sénateur de l’Aveyron et ancien député (Les Républicains) Alain Marc revendique, « en accord total avec les autres élus de tous bords », la réussite de cette installation, alors qu’« il était question il y a deux ans de la fermeture du camp ». Soutenu par le conseil départemental et son président, Jean­-Claude Luche (LR), puis par le sénateur et maire PS de Saint­-Affrique, Alain Fauconnier, le déménagement est acté au cœur de l’été, avec une promesse d’investissements de l’ordre de 20 millions d’euros de la part du département. « Des investissements destinés à la périphérie du camp concernant un gymnase, un collège, la piscine de Millau et des travaux à réaliser sur l’aérodrome de La Cavalerie », annonce le sénateur.

Un tag aux abords du camp militaire, à La Cavalerie (Aveyron).

Début août, les opposants ont adressé une lettre à François Hollande, dénonçant une « décision prise à l’initiative d’élus locaux en négociations secrètes au ministère de la défense sans que les populations locales soient informées ni consultées », qui met « en péril la réflexion déjà engagée et souhaitée d’un avenir civil du Larzac, s’inscrivant dans une dynamique solidaire et humaniste. L’Etat rompt ainsi le contrat moral établi en 1981 avec François Mitterrand pour mettre fin à dix ans de lutte », poursuit la lettre.

« Changement de locataires »

Reste que des figures historiques du Larzac, comme Léon Maillé, qui faisait partie des « 103 » paysans menacés d’expulsion ayant tenu tête à l’Etat jusqu’en 1981, ne s’opposent pas à l’arrivée des légionnaires. Très proche voisin du camp et un des leaders de la bataille du Larzac dans les années 1970, l’ancien syndicaliste paysan José Bové, devenu député européen, considère que, « depuis les attentats de janvier, le gouvernement a besoin de plus de monde sur le territoire. Pour moi, il s’agit seulement d’un changement de locataires et pas d’une nouvelle occupation par les militaires ».

S’il se dit « un peu stupéfait de la rapidité de la décision », il considère que « celle-ci est interne à l’armée et donc difficilement contestable ». M. Bové souligne que « le ministère de la défense semble vouloir réduire la superficie actuelle du camp. On a déjà gagné une centaine d’hectares que les agriculteurs peuvent utiliser ».

Le député européen imagine déjà la création de chantiers de dépollution dans le camp, ainsi que la création de zones réservées aux énergies renouvelables, dont la méthanisation ou la recherche sur l’hydrogène. Une position soutenue par le bureau départemental de la Confédération paysanne qui a décidé, lundi 7 septembre, de ne pas prendre position sur un « dossier interne à l’armée et qui ne menace pas l’agriculture du plateau ».


Er wollte Action. Er wollte nach Afghanistan

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DIE WELT

11.09.15

Sie gilt als härteste Armee der Welt: In der Fremdenlegion dienen Männer aus mehr als 130 Staaten. Einer von ihnen war der Deutsche Stefan Müller. Jetzt erzählt er, wie es bei den Legionären zugeht.

 Stefan Müller, der in der Legion Karl Mahler hieß, bei der Ausbildung an Fremdwaffen. Fünf Jahre diente der Deutsche in der Fremdenlegion

Stefan Müller, der in der Legion Karl Mahler hieß, bei der Ausbildung an Fremdwaffen. Fünf Jahre diente der Deutsche in der Fremdenlegion 

Im April 2009 verwandelte sich Stefan Müller, Deutscher, geboren in Sibirien, in Légionnaire Karl Mahler, Deutscher, geboren in Berlin. Zuvor musste er seinen Personalausweis und seine eigene Kleidung abgeben, sich die Haare raspelkurz rasieren, Sport- und Wissenstests bestehen und sich von der "Géstapo" durchleuchten lassen. So wird der Sicherheitsdienst der französischen Fremdenlegion genannt. Dort hatte sich Müller für fünf Jahre verpflichtet, dort bekam er eine neue fiktive Identität und tauschte den deutschen Pass gegen die Identitätskarte der Legion. Erst 2014 verließ er die Legion wieder: nach Einsätzen im Senegal, in der Elfenbeinküste, den Vereinigten Arabischen Emiraten und Mali, nach Kämpfen gegen Dschihadisten und Malaria. 

 

 Stefan Müller heute. Das Feuer-Tattoo auf dem rechten Unterarm hat er sich während seiner Zeit in der Fremdenlegion stechen lassen

Stefan Müller heute. Das Feuer-Tattoo auf dem rechten Unterarm hat er sich während seiner Zeit in der Fremdenlegion stechen lassen

Im September 2015 könnte der Zivilist Stefan Müller noch immer als Soldat durchgehen. 30 Jahre alt, kurz geschorene Haare, muskulöse Arme, gerade Haltung. Er spricht ein gepflegtes Deutsch, nur ab und zu verrät ein weich ausgesprochener Konsonant, dass er fünf Jahre lang meist Französisch gesprochen hat. In der Legion – so nennt er die Fremdenlegion – lernen und sprechen alle Französisch, obwohl die Männer aus mehr als 130 verschiedenen Ländern stammen.

Wie kommt ein Deutscher auf die Idee, in die französische Fremdenlegion einzutreten, Herr Müller? Eigentlich stellt man einem Legionär diese Frage nicht. So schreibt es Müller in seinem Buch über die Legion. Aber ein bisschen erzählt er dann doch. Die Eltern kamen als Spätaussiedler nach Deutschland, der Junge wuchs am Bodensee auf, absolvierte dort seinen Wehrdienst und arbeitete in einem Betrieb für Sanitärtechnik. In der Wirtschaftskrise 2008 sagten die Chefs, er solle sich vorsorglich schon mal nach einem neuen Job umschauen.

 Militärparade auf den Champs-Élysées am 14. Juli 2012

Militärparade auf den Champs-Élysées am 14. Juli 2012

Aber das war nicht der wahre Grund für seine Entscheidung, sagt Müller. Er habe nie den leichten Weg gehen wollen. "Irgendwann war ich innerlich unzufrieden und dachte, ich muss auch die andere Seite kennenlernen. Das Leiden. Hunger zu haben, Kälte zu spüren. Dass es einem nicht so gut geht. Um das Leben dann wieder besser zu genießen und mehr zu schätzen zu wissen."

Die Bundeswehr kam nicht infrage. "Da würde man wahrscheinlich nicht die Action bekommen, die man erwartet", sagt Müller. Die Kameradschaft in der deutschen Armee habe ihm zwar gefallen. "Aber die Legion ist schon eine andere Welt." Er hoffte, nach Afghanistan zu kommen. "Afghanistan war das heiße Pflaster damals. Dort konnte man richtig Soldat sein und seinen Job zu 100 Prozent machen. Wer in die Legion eintritt, will auch in den Krieg ziehen. Keiner will fünf Jahre in der Kaserne verbringen und Waldspiele machen."

Die Grundausbildung war brutal

Die Legion also. Nach Afghanistan aber ging es nicht. Erst mal kam die Grundausbildung, und die war brutal. Stundenlang wurden die Rekruten Hügel hinauf- und wieder heruntergescheucht, mit Essens- und Schlafentzug gequält und von den Ausbildern beschimpft. Alles, um das begehrte "Képi blanc", die weiße Kopfbedeckung der Fremdenlegionäre, zu erlangen.

 Herumalbern mit Kameraden während des Einsatzes im Senegal. Stefan Müller sagt: „Man muss immer den Humor behalten, um normal zu bleiben im Kopf.“

Herumalbern mit Kameraden während des Einsatzes im Senegal. Stefan Müller sagt: „Man muss immer den Humor behalten, um normal zu bleiben im Kopf.“ 

Die Legion kann sich ihre Soldaten aussuchen: In Müllers Anfangszeit wurde etwa jeder achte Bewerber akzeptiert, heute sind es noch weniger. Verbrecher, die sich hier vor dem Gesetz verstecken wollen, werden nicht mehr angenommen. Viele Rekruten kommen aus armen Ländern, ihre Motivation sind meist der Sold und die französische Staatsangehörigkeit, auf die jeder Legionär nach drei Jahren einen Antrag stellen kann. Er selbst habe nie einen Kameraden nach seiner Motivation gefragt, sagt Müller. Er habe einfach akzeptiert, dass sie da seien, und nach vorn geschaut. "Jeder kommt freiwillig, weil er hier seine zweite Chance sieht."

Verbrecher sind es heutzutage nicht mehr, harte Jungs aber dennoch. Mit ihrem ganz eigenen Stolz. Viele Legionäre tragen ihr Motto "Legio Patria Nostra" (Die Legion ist unser Vaterland) oder das Képi blanc als Tätowierung auf dem Körper. Auch Müller wollte ein Tattoo, das beim Feuern mit der Waffe gut aussehen sollte. Also ließ er seinen Unterarm mit züngelnden Flammen verzieren. Die Waffe, das war zunächst das Standardsturmgewehr Famas, eine "zerbrechliche Plastikknarre". Umso mehr begeisterte sich der junge Legionär für die Ausbildung an der Panzerabwehrrakete Eryx. Mit einem Schuss verfeuerte er hier 14.000 Euro – "abgefahren!"

Der erste Feindkontakt

Bei der Übung blieb es zunächst. Nach vielen Monaten in der Kaserne, die er im Rückblick vor allem mit Putzen verbrachte, nach einer Beförderung zum Caporal (entspricht dem deutschen Obergefreiten) und zwei Auslandseinsätzen ohne Kämpfe ging es im Mai 2013 in den ersten Kampfeinsatz: nach Mali mit der "Opération Serval". Die französische Armee unterstützte dort die malischen Streitkräfte im Kampf gegen militante Islamisten, die das Land von Norden her erobern wollten.

 Karl Mahler/Stefan Müller mit dem „Képi blanc“ kurz vor seinem Austritt aus der Fremdenlegion im April 2014 vor dem Denkmal für die Toten der Legion in Aubagne

Karl Mahler/Stefan Müller mit dem „Képi blanc“ kurz vor seinem Austritt aus der Fremdenlegion im April 2014 vor dem Denkmal für die Toten der Legion in Aubagne 

Hier hatte Caporal Mahler seinen ersten Feindkontakt. Bei einer Patrouillenfahrt trafen die Legionäre auf einen Pick-up, in dem drei bewaffnete Dschihadisten saßen. Sie griffen sofort an. Die Legionäre schossen zurück. "Jeder, der gerade eine Waffe in der Hand hatte, hat geschossen." Am Ende waren die Dschihadisten tot. Müller kann nicht sagen, wer wen getötet hat. "Es gab keinen in der Legion, der stolz darauf war oder damit geprahlt hat, jemanden erschossen zu haben." Man habe keine große Sache daraus gemacht. "Jeder, der dabei war, wusste, was passiert war, und fertig."

Müller erzählt nicht alles. So sei es bei den Legionären, sagt er ernst, dass über vieles eben nicht gesprochen werde. "Zum Beispiel darüber, was im Einsatz passiert ist oder was das Schlimmste für sie war. Weil es die Öffentlichkeit nichts angeht. Diese Erlebnisse nehmen sie mit ins Grab, so wie ich."

Das Schlimmste war für ihn die Malaria. Die bekam er auch in Mali. Neun Tage lang lag er mit hohem Fieber da, hatte Schüttelfrost und Schweißausbrüche. "Das war richtig übel. Das war das Härteste, was ich in der Legion erlebt habe. Das Einzige, was jetzt noch hilft, ist sterben, habe ich zwischendurch gedacht."

"Ich habe viel gesehen, manchmal mehr, als ich wollte"

Caporal Mahler starb nicht. Schon drei Tage später war er im nächsten Einsatz. Aber Mali sollte seine letzte Auslandsmission werden. Als die Legion im August 2012 mitteilte, er solle weiter aufsteigen und Sergent, also Unteroffizier, werden, weigerte er sich. Er hatte sich bereits entschieden, nach Auslaufen des Vertrags aufzuhören. "Das war eine gute, erlebnisreiche Zeit, aber ich habe der Legion meine besten Jahre gegeben. Lieber wollte ich aussteigen, bevor es zu spät war." In einigen Jahren, so fürchtete er, würde es schwierig werden, im richtigen Leben noch Fuß zu fassen.

Also wurde Karl Mahler wieder zu Stefan Müller – und geriet erst einmal in die Fänge der deutschen Bürokratie. Denn wie erklärt man der Arbeitsagentur, was man fünf Jahre lang in Frankreich unter einem anderen Namen gemacht hat? Schließlich konnte er eine Ausbildung zum Personenschützer machen, heute lebt er in München und arbeitet in der Sicherheitsbranche.

Die Legion hat er abgehakt. "Ich habe meine fünf Jahre gedient, das hat mir gereicht. Ich habe viel gesehen, manchmal mehr, als ich wollte", sagt er. Und doch. So ganz kriegt man das Soldatische nicht aus ihm raus. "Unordnung fällt mir direkt auf. Und ich kann besser bügeln und putzen als jede Frau!"

Stefan Müller: Mythos Fremdenlegion. Mein Einsatz in der härtesten Armee der Welt. Econ, 18 Euro.


La musique de la Légion étrangère en concert à Suippes

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L'Union

Publié le Mercredi 9 Septembre 2015

Les légionnaires viendront le 19 septembre dans la Marne pour commémorer le centenaire des combats de Navarin.

 La musique de la Légion étrangère donnera un concert à Suippes.

AFP La musique de la Légion étrangère donnera un concert à Suippes.

La musique de la Légion étrangère donnera un concert exceptionnel, samedi 19 septembre à 20h30, à la salle Geneviève-Dévigne de Suippes, dans la Marne. C’est un événement car et ensemble ne se déplace pas souvent dans la région. Les légionnaires seront présents, à l’initiative de la mairie de Suippes et de l’Union Musicale, dans le cadre de la commémoration du centenaire des combats de Navarin.

La première partie du concert sera assurée par l’Union Musicale de Suippes, dirigée par Roland Bouverot. Une formation qui a sorti, en novembre dernier, un CD intitulé « Honneur aux Poilus » qui reprend une grande partie des morceaux qui étaient joués durant la Première Guerre mondiale et qui sera disponible ce jour-là à la vente.

Le concert du samedi 19 septembre sera en entrée libre avec participation volontaire. La salle ne peut accueillir que six cents personnes, aussi il convient de réserver soit à la Maison des Associations de Suippes, 9 rue Saint-Cloud, soit par mail à Cette adresse email est protégée contre les robots des spammeurs, vous devez activer Javascript pour la voir. , soit par téléphone au 06 07 08 79 53.


La Légion étrangère en République centrafricaine

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Paris Match

e samedi 05 septembre 2015

Août 2014. Déployés au cœur de la Centrafrique, les soldats français, notamment ceux de la Légion étrangère, luttent contre une atmosphère oppressante. Ces images témoignent de la difficulté de leur mission : l'attente, un ennemi difficile à identifier et un environnement tropical souvent hostile. Edouard Elias nous raconte son reportage.


Course pédestre : Willy Nduwimana remporte le semi-marathon de Bolbec

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paris-normandie-fr

Publié le 05/09/2015

Échappé dès les premiers kilomètres, Willy Nduwimana a remporté hier, en solitaire, la 37e édition du semi-marathon de Bolbec. Sa deuxième victoire dans la cité cauchoise.

Course pédestre : Willy Nduwimana remporte le semi-marathon de Bolbec
Le Burundais Willy Nduwimana a très rapidement pris le dessus sur ses adversaires hier lors de la 37e édition du semi-marathon de Bolbec (photo Jean-Marie Thuillier)

Déjà en 2012, il avait terminé la course de cette façon-là. Seul, l’index pointé vers le ciel et un large sourire synonyme de victoire. Hier, Willy Nduwimana a en effet remporté le semi-marathon de Bolbec pour la deuxième fois de sa carrière, un succès qui s’est dessiné quasiment dès le départ. Un départ donné après la traditionnelle procession des vieilles « bagnoles » et autres véhicules militaires, mais aussi après le passage de la caravane publicitaire qui a fait la joie des spectateurs rassemblés sur les trottoirs. Une fois passés les différents cortèges, la route a été offerte aux athlètes et Nduwimana a profité du faux plat descendant de la rue Jacques Fauquet pour immédiatement créer l’écart.

« J’essaye de démarrer fort à chaque fois. Ça permet de voir tout de suite qui est en forme et surtout, ça permet d’éviter que les coureurs qui sont un peu moins forts s’accrochent. En procédant de cette façon, je suis sûr qu’ils ne participeront pas à l’emballage final. » De fait, hier, seuls Onesphore Nkunzimana, Vassily Glukhov et David Chege furent en mesure de répondre à la première « cartouche » du Burundais. Seulement, dès que la route s’est élevée (aux environs du 3e kilomètre), ils ont été obligés de rendre les armes. « J’étais avec lui au début, mais j’ai très rapidement vu qu’il était plus fort que moi aujourd’hui, explique Nkunzimana. Je n’ai donc pas cherché à batailler, j’ai décéléré et j’ai essayé d’assurer la deuxième place. » Débarrassé de la concurrence, Nduwimana a continué en solitaire. « J’aime bien courir comme ça, car de cette façon tu peux garder la cadence. En revanche, c’est très compliqué de faire un gros chrono lorsqu’on n’a pas de coureurs à ses côtés pour prendre quelques relais. »

Benhari premier régional

Et si celui qui fait partie de la légion étrangère dit ça, c’est parce qu’avec l’appui d’un ou deux confrères il aurait peut-être pu battre le record de l’épreuve (1h03’57’’ établit l’an passé par le Kényan Reuben Kemboi) et ainsi ajouter 150 € au 1 000 € dévolus au vainqueur. « C’est sûr que le fait d’avoir fait la course en solitaire m’a sans doute coûté le record, mais il n’y a pas que ça. Le vent, même léger, m’a aussi un peu gêné. Mais bon, je l’ai emporté et c’est l’essentiel. » Une victoire avec la manière puisque Nkunzimana, Glukhov et Chege, respectivement deuxième, troisième et quatrième, sont arrivés bien plus tard.

Même chose pour Mokhtar Benhari (5e), heureux néanmoins de terminer premier régional. « Pour une course de rentrée, sur un parcours assez dur, le temps est satisfaisant, juge le pensionnaire du VRAC. Je connaissais le tracé puisque j’avais participé à la compétition la saison dernière (Ndlr : il avait terminé 12e). J’ai géré au début et je me suis retrouvé dans un petit groupe avec lequel j’ai fait toute la course avant de produire mon effort à deux kilomètres de la fin. Cinquième du classement, premier régional, c’est bien. Maintenant, il ne faut pas oublier que la concurrence était bien moindre que lors de l’édition précédente. » Même son de cloche du côté de Malick Aitelhadj (9e). « C’est vrai que le plateau était peut-être moins relevé cette année, mais j’ai fait une bonne course, estime le licencié de l’ESM Gonfreville. Je suis bien revenu à la fin et mon temps est plutôt bon. Après, je prends de l’âge tous les ans et c’est de plus en plus difficile. Il faut courir avec sa tête »

Ce que n’a pas fait l’Ukrainienne Daria Mikhailova qui, après avoir assuré le train durant la quasi-totalité de la course chez les féminines, s’est fait souffler la première place dans les derniers hectomètres par la Russe Ekaterina Shlyakhova.

Grégory CARU-THOMAS

Les principaux résultats

Classement Hommes : 1. Willy Nduwimana (Bur) les 21,1 km en 1 h 05’ 36’’ ; 2. Onesphore Nkunzimana (Bur) à 3’ 40’’ ; 3. Vassily Glukhov (Rus) à 3’ 42’’ ; 4. David Chege (Fra) à 4’ 45’’ ; 5. Mokhtar Benhari (Fra) à 5’ 29’’ ; 6. Disi Dieudonne (Rwa) à 5’ 30’’ ; 7. Bett Kipsang (Ken) à 5’ 32’’ ; 8. Nabil Chettouh (Fra) à 5’ 50’’ ; 9. Malik Aitelhadj (Fra) à 7’ 48’’ ; 10. Christophe Guibon (Fra) à 8’ 30’’ ; 11. Nicolas Marchand (Fra) à 8’ 53’’ ; 12. Anthony Mercier (Fra) à 9’ 10’’ ; 13. Wanbei Ngorege (Ken) à 10’ 13’’ ; 14. Ibrahim Kante (Mal) à 10’ 31’’ ; 15. Emmanuel Piednoel (Fra) à 10’ 43’’ ; 16. Damien Loyan (Fra) à 11’ 01’’ ; 17. Thierry Bemont (Fra) à 11’ 32’’ ; 18. Mohamed El Ghazouani (Fra) à 12’ 40’’ ; 19. Gerald Courchay (Fra) à 13’ 25’’ ; 20. Sebastian Maschmeyer (All) à 14’ 06’’ ; 21. Luc Ouf (Fra) à 14’ 13’’ ; 22. Sidi Pohamed Ducha (Fra) à 14’ 14’’ ; 23. Cyrille Legay (Fra) à 14’ 24’’ ; 24. Olivier Gerbon (Fra) à 14’ 27’’ ; 25. Radouane El Mainy (Fra) à 14’ 54’’ ; 26. William Tocqueville (Fra) à 15’ 32’’ ; 27. Christophe Terzi (Fra) à 15’ 56’’ ; 28. Kimani Ngugi (Ken) à 16’ 18’’ ; 29. Matthieu Jouen (Fra) à 16’ 33’’ ; 30. Franck Simonet (Fra) à 16’ 41’’ ; 31. Martin Lesueur (Fra) à 16’ 46’’ ...

Classement Femmes : 1. Ekaterina Shlyakhova (Rus) les 21,1 km en 1 h 18’ 21’’ ; 2. Daria Mikhailova (Ukr) à 16’; 3. Francine Niyonizigiye (Fra) à 3’ 14’’ ...


L'armée priée de dépenser moins pour sa restauration

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Economie

Cyrille Pluyette Publié le 05/09/2015

Militaires français, lors du défilé du 14 juillet 2015.

Militaires français, lors du défilé du 14 juillet 2015.

La Cour des comptes estime que ramener le coût moyen d'un repas à l'armée à environ 10 euros permettrait d'économiser 200 millions par an.

Il n'y a pas de petites économies. Surtout pour un ministère, celui de la Défense dont le budget atteint 31,4 milliards d'euros en 2015 et qui, du fait du renforcement de la lutte antiterroriste, s'est vu attribuer des rallonges. Farouchement dénonciatrice des dépenses superflues, la Cour des comptes s'est intéressée aux restaurants militaires. Il ressort de son rapport, publié vendredi, que les repas servis par les services de l'armée coûtent trop cher: très précisément 15,6 euros par repas pour les 40 millions de déjeuners et autres dîners engloutis chaque année sur le territoire national. Les repas externalisés auprès d'un prestataire privé reviennent, eux, à moins de 10 euros.

Les Sages de la rue Cambon recommandent donc au ministère de s'aligner sur ce prix de revient de 10 euros. Ce qui permettrait à la Grande muette d'économiser environ 200 millions d'euros par an.

Faible productivité

Comment y parvenir? La Cour à la réponse: l'armée emploie trop de personnels dans ses restaurants, parmi les 10 000 assurant la fonction hôtellerie, restauration, loisirs. «Un restaurant relevant du secteur de la restauration collective privée compte en moyenne de 5 à 9,5 employés, tandis qu'ils sont en moyenne plus de 20 par restaurant dans les armées», critique le rapport. Résultat, leur productivité est trop faible: chaque agent des restaurants externalisés par le ministère de la Défense prépare et sert 51,9 couverts par jour, alors que ceux des restaurants militaires en régie (en interne) n'atteignent que 23,1 repas par jour. Soit plus de deux fois moins.

La question de leur coût se pose d'autant plus que le personnel est souvent constitué d'ouvriers d'État «dont l'âge, la rémunérations et les cotisations associées sont élevés», taclent les hauts magistrats. Mais ils considèrent également que le dimensionnement du personnel de cuisine sous statut militaire «doit être bien paramétré». La Cour note ainsi que seuls 7,5 % des effectifs militaires de restauration, hôtellerie et loisirs ont été déployés dans les opérations extérieures (Opex).

L'institution recommande enfin de «faire disparaître progressivement» l'incongruité du «service à la place» (permettant d'éviter la cantine) qui subsiste encore dans certaines bases. Bref, l'armée a encore des progrès à faire pour mettre ses cuisines au carré.


Larzac : ils manifestent contre la hausse des effectifs militaires

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Publié le 05/09/2015

Larzac : ils manifestent contre la hausse des effectifs militaires
Des soldats s'entraînent au tir à l'intérieur du Centre d'entraînement de l'infanterie aux tirs opérationnels (CEITO) situé à La Cavalerie dans le Larzac.
AFP / ERIC CABANIS / ARCHIVES

Une centaine de personnes ont manifesté samedi à Millau (Aveyron) contre la hausse des effectifs militaires au Larzac. L'action avait pour but d'exiger l'annulation du déménagement de la 13e demi-brigade de la Légion étrangère (DBLE).

Une centaine de personnes ont manifesté samedi à Millau (Aveyron) contre la hausse des effectifs militaires au Larzac, 34 ans après la fin d'une bataille homérique pour obtenir l'annulation de l'extension de la base. Brandissant des banderoles où était écrit "La Légion ni ici, ni ailleurs", les manifestants ont accroché aux grilles de la sous-préfecture des pancartes dont l'une était marquée d'un "Terrain militaire, défense d'entrer".

L'action avait pour but d'exiger l'annulation du déménagement, sur le camp militaire du plateau du Larzac, de la 13e demi-brigade de la Légion étrangère (DBLE). Les effectifs du camp, actuellement de 70, vont ainsi atteindre 450 soldats dès 2016 et un millier à terme. Un projet d'extension du camp avait déclenché dix ans de contestation en 1971, d'abord d'agriculteurs locaux puis de dizaines de milliers de militants antimilitaristes et anticapitalistes. Le projet avait finalement été abandonné.

"Il y a deux ans, on nous annonçait que le camp serait fermé. Nous allons nous retrouver dans une ville de garnison"

La Défense dément toute extension du camp, n'évoquant qu'une simple expansion des effectifs militaires. "On restera strictement dans le périmètre du camp existant", avait souligné le ministère lors de l'annonce du déménagement en juillet. Mais le renforcement des effectifs est une vive déception pour les militants du Larzac qui espéraient une reconversion du camp vers un usage civil. "Il y a deux ans, on nous annonçait que le camp serait fermé. Aujourd'hui, tout est remis en question. Nous allons nous retrouver dans une ville de garnison", estime Christine Thelen, membre du Collectif des paysans, d'habitants, de citoyens du Larzac et d'ailleurs, organisateur du rassemblement.

Début août, les opposants ont adressé une lettre au président François Hollande dénonçant une "décision prise à l'initiative d'élus locaux en négociations secrètes au ministère de la Défense sans que les populations locales ne soient ni informées ni consultées". "Cette décision et ses conséquences mettent en péril la réflexion déjà engagée et souhaitée d'un avenir civil du Larzac, s'inscrivant dans une dynamique solidaire et humaniste. L'État rompt ainsi le contrat moral établi en 1981 avec François Mitterrand pour mettre fin à 10 ans de lutte contre le projet d'extension du Camp du Larzac", poursuit la lettre.

Le camp du Larzac (3000 hectares) abrite depuis 1985 le Centre d'entraînement de l'infanterie au tir opérationnel (CEITO) qui sera transféré progressivement vers d'autres camps.


Manifestation contre la hausse des effectifs militaires

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L'Alsace.fr

Le 05/09/2015

 

Les manifestants réclament l'abandon du renforcement des effectifs de la Légion étrangère sur le plateau du Larzac. Photo AFP/Rémy Gabalda
Les manifestants réclament l'abandon du renforcement des effectifs de la Légion étrangère sur le plateau du Larzac. Photo AFP/Rémy Gabalda

Une centaine de personnes ont manifesté ce samedi à Millau (Aveyron) contre la hausse des effectifs militaires au Larzac, 34 ans après la fin d’une bataille homérique pour obtenir l’annulation de l’extension de la base.

Brandissant des banderoles où était écrit «La Légion ni ici, ni ailleurs», les manifestants ont accroché aux grilles de la sous-préfecture des pancartes dont l’une était marquée d’un «Terrain militaire, défense d’entrer». L’action avait pour but d’exiger l’annulation du déménagement, sur le camp militaire du plateau du Larzac, de la 13e demi-brigade de la Légion étrangère (DBLE). Les effectifs du camp, actuellement de 70, vont ainsi atteindre 450 soldats dès 2016 et un millier à terme.

Un projet d’extension du camp avait déclenché dix ans de contestation en 1971, d’abord d’agriculteurs locaux puis de dizaines de milliers de militants antimilitaristes et anticapitalistes. Le projet avait finalement été abandonné.

La Défense dément toute extension du camp, n’évoquant qu’une simple expansion des effectifs militaires. «On restera strictement dans le périmètre du camp existant», avait souligné le ministère lors de l’annonce du déménagement en juillet. Mais le renforcement des effectifs est une vive déception pour les militants du Larzac, qui espéraient une reconversion du camp vers un usage civil. «Il y a deux ans, on nous annonçait que le camp serait fermé. Aujourd’hui, tout est remis en question. Nous allons nous retrouver dans une ville de garnison», estime Christine Thelen, membre du Collectif des paysans, d’habitants, de citoyens du Larzac et d’ailleurs, organisateur du rassemblement.

Début août, les opposants ont adressé une lettre au président François Hollande dénonçant une «décision prise à l’initiative d’élus locaux en négociations secrètes au ministère de la Défense sans que les populations locales ne soient ni informées ni consultées». «Cette décision et ses conséquences mettent en péril la réflexion déjà engagée et souhaitée d’un avenir civil du Larzac, s’inscrivant dans une dynamique solidaire et humaniste. L’État rompt ainsi le contrat moral établi en 1981 avec François Mitterrand pour mettre fin à 10 ans de lutte contre le projet d’extension du Camp du Larzac», poursuit la lettre.

Le camp du Larzac (3000 hectares) abrite depuis 1985 le Centre d’entraînement de l’infanterie au tir opérationnel (CEITO), qui sera transféré progressivement vers d’autres camps.


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